martes, 31 de marzo de 2009
Pensamientos (XIII): San León Magno
Por ello, en estos días, hay que poner especial solicitud y devoción en cumplir aquellas cosas que los cristianos deben realizar en todo tiempo; así viviremos, en santos ayunos, esta Cuaresma de institución apostólica, y precisamente no sólo por el uso menguado de los alimentos, sino sobre todo ayunando de nuestros vicios.
Y no hay cosa más útil que unir los ayunos santos y razonables con la limosna, que, bajo la única denominación de misericordia, contiene muchas y laudables acciones de piedad, de modo que, aun en medio de situaciones de fortuna desiguales, puedan ser iguales las disposiciones de ánimo de todos los fieles.
Porque el amor, que debemos tanto a Dios como a los hombres, no se ve nunca impedido hasta el punto que no pueda querer lo que es bueno.
San León Magno, sermón 6, sobre la cuaresma 1-2.
Enlaces relacionados:
Juan Pablo II, sobre el Sagrado Corazón de Jesús (14-Marzo-2009)
San Juan Damasceno, sobre la comunión (21-Febrero-2009)
Catecismo de la Iglesia Católica, sobre los culpables de la muerte de Jesús (17-Febrero-2009)
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