El científico y político norteamericano Benjamin Franklin (1706-1790), desarrolló una actividad variopinta a lo largo de su vida. En su Autobiografía (1771) recopila las trece virtudes que en su juventud, desde 1726 incorporó a su rutina como norma de vida.
Él no era católico, y sus manifestaciones acerca de la religión han sido controvertidas a lo largo de su vida, si bien su creencia en un Dios providente fue proclamada por él en distintas ocasiones; los recogemos aquí no como una propuesta absoluta de vida, sino como una muestra de la manera diversa de manifestarse Dios en la vida de distintos personajes, a través de la simplicidad y la lógica. Nosotros deberemos recibirlos siempre, con las debidas reservas, interpretándolos a la luz de la doctrina católica.
La vida basada en principios sencillos, evidentes por sí mismos, es algo que se encuentra inscrito en la naturaleza humana, de la misma manera que Dios inscribió en nuestros corazones principios comúnmente aceptados como los contenidos en los Diez Mandamientos.
La enfermedad de una sociedad se demuestra cuando cuestiones elementales como el derecho a la vida o la naturaleza del matrimonio se encuentran constantemente en discusión, como si fueran instituciones meramente humanas que nosotros con nuestra reflexión, pudiéramos cambiar a nuestro antojo.
Las trece virtudes, de Benjamin Franklin:
Templanza: No comas hasta el hastío, nunca bebas hasta la exaltación.
Silencio: Sólo habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones insignificantes.
Orden: Que todas tus cosas tengan su sitio, que todos tus asuntos tengan su momento.
Determinación: Resuélvete a realizar lo que deberías hacer, realiza sin fallas lo que resolviste.
Frugalidad: Sólo gasta en lo que traiga un bien para otros o para ti; Ej.: no desperdicies nada.
Diligencia: No pierdas el tiempo; ocúpate siempre en algo útil; interrumpe todas las actividades innecesarias.
Sinceridad: No uses engaños que puedan lastimar, piensa inocente y justamente, y, si hablas, habla en concordancia.
Justicia: No lastimes a nadie con injurias u omitiendo entregar los beneficios a los que estás obligado.
Moderación: Evita los extremos; no seas resentido con las heridas que te causen tanto como creas que merecen la pena.
Limpieza: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.
Tranquilidad: No te molestes por nimiedades o por accidentes comunes o inevitables.
Castidad: Frecuenta raramente el placer sexual, sólo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para dañar la paz o reputación propia o de otra persona.
Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.
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Dado que originalmente fueron redactadas en inglés, las ofrecemos también en su lengua original.
Temperance: Eat not to dullness; drink not to elevation.
Silence: Speak not but what may benefit others or yourself; avoid trifling conversation.
Order: Let all your things have their places; let each part of your business have its time.
Resolution: Resolve to perform what you ought; perform without fail what you resolve.
Frugality: Make no expense but to do good to others or yourself, i.e., waste nothing.
Industry: Lose no time; be always employed in something useful; cut off all unnecessary actions.
Sincerity: Use no hurtful deceit; think innocently and justly, and, if you speak, speak accordingly.
Justice: Wrong none by doing injuries or omitting the benefits that are your duty.
Moderation: Avoid extremes; forbear resenting injuries so much as you think they deserve.
Cleanliness: Tolerate no uncleanliness in body, clothes, or habitation.
Tranquillity: Be not disturbed at trifles, or at accidents common or unavoidable.
Chastity: Rarely use venery but for health or offspring, never to dullness, weakness, or the injury of your own or another's peace or reputation.
Humility: Imitate Jesus and Socrates.