Oración de acción de gracias después de la Misa
del Misal Romano
Mírame,
oh bueno y dulcísimo Jesús: en tu presencia me postro de rodillas, y con el
mayor fervor de mi alma te pido y suplico que imprimas en mi corazón vivos
sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y
propósito firmísimo de enmendarme; mientras con gran afecto y dolor considero y
contemplo en mi alma tus cinco llagas, teniendo ante mis ojos aquello que ya el
profeta David ponía en tus labios acerca de ti: “Me taladran las manos y los
pies, puedo contar todos mis huesos” (Sal 21 (22), 17-18).
Las disposiciones requeridas son:
- ser católico bautizado, no excomulgado.
- hallarse en estado de gracia.
- haber confesado en fechas recientes (unos veinte días atrás o hasta dentro de unos veinte días).
- recibir hoy la Sagrada Comunión.
- rezar hoy una oración por las intenciones del Sumo Pontífice. Puede ser un Padreuestro y Avemaría.
Es necesario saber que:
- sólo se puede ganar una indulgencia plenaria al día.
- puede aplicarse por sí mismo o por los difuntos como sufragio. No puede aplicarse por otra persona viva.
Es muy recomendable encomendar las gracias inherentes a la indulgencia plenaria que se gana a la voluntad libérrima de la Santísima Virgen María para que ella la aplique al alma del purgatorio que más lo necesite.
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