sábado, 21 de febrero de 2009
Pensamientos (VII)
"La oblación eucarística se llama participación, porque por medio de ella participamos de la Divinidad de Jesús.
Se dice comunión, y lo es realmente, porque por ella comulgamos nosotros con Cristo y recibimos su carne y su Divinidad, y por medio de ella nos unimos y comulgamos unos con otros, ya que, por participar de un mismo pan, todos somos un mismo cuerpo de Cristo, y una misma sangre, y venimos a ser miembros unos de los otros, puesto que somos del mismo cuerpo de Cristo."
(San Juan Damasceno -s. VIII-, Sobre la fe ortodoxa, L. 4 c.13)
Otros enlaces:
Pensamientos (VI): Didajé
Pensamientos (V): Los judíos en el Catecismo de la Iglesia
Pensamientos (IV): Juan Pablo II y la Eucaristía
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