El pasado lunes 23 de febrero, víspera de la fiesta de Nuestra Señora de la Confianza, S.S. Benedicto XVI visitó el Seminario Mayor de Roma para su tradicional toma de contacto con los seminaristas de su diócesis.
En su alocución en forma de "lectio divina" a los seminaristas, publicada por la agencia de noticias Zenit, el Santo Padre incidió sobre el verdadero sentido de la libertad, como camino de liberación que el ser humano ha emprendido en muchos momentos de la Historia, con desigual éxito. Las palabras de San Pablo a los Gálatas nos iluminan: "Habéis sido llamados a la libertad".
Los temas claves que el Santo Padre desarrolla en su intervención son las siguientes:
Libertad y caridad:
- San Pablo: "que esta libertad no se convierta en un pretexto para vivir según la carne, sino poneos al servicio unos de otros en la caridad".
- Puede parecer que ser libre es vivir en el yo absoluto, que no depende de nada ni de nadie. Sin embargo, este yo absoluto es el "vivir según la carne" del apóstol. La libertad así entendida es sólo libertinismo o fracaso de la libertad.
- La libertad se reliza paradójicamente en el servicio. Seremos libres cuando nos pongamos al servicio unos de los otros.
Libertad en Dios:
- El hombre no es un absoluto. Nuestra verdad es que somos criaturas y vivimos en relación con nuestro Creador. Somos seres relacionales.
- Esta dependencia se ha visto en la Historia como una esclavitud de la que era necesario liberarse. Por el contrario, al ser Dios un ser bueno, esta dependencia de Él supone estar en el espacio de su amor, es decir, la dependencia es libertad.
- Cuanto más nos insertamos en la voluntad de Dios, más entramos en el espacio de la verdad.
Libertad y familia humana:
- Estamos en relación con Dios, pero también como familia humana unos con otros.
- Ser libre implica estar en el espacio de Dios, pero también ser una sola cosa con el otro y para el otro. Mi libertad supone el respeto por la libertad del otro.
- Si yo me absolutizo, me convierto en enemigo del otro. No hay convivencia posible. Sólo una libertad compartida es una libertad humana.
Libertad como orden en Cristo:
- ¿Cuál es la medida de este compartir la libertad? Es necesario un orden establecido para poder ejercer la libertad. Ese orden es el del Creador, el orden de la verdad que da a cada uno su sitio. Este orden exige respetar la verdad, pues 'la libertad contra la verdad no es libertad'.
- "Hemos sido llamados a la libertad", sí, por el Evangelio. Como dice San Agustín: "Ama y haz lo que quieras". Amar, según San Agustín, implica estar en comunión con Cristo, estar identificados con su muerte y resurrección, participar en los sacramentos, escuchar su Palabra para insertarnos en su voluntad divina.
(Extraído de la intervención del Santo Padre)
Enlaces relacionados:
Intervención completa del Santo Padre ante el Seminario Mayor de Roma
Mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2009
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