domingo, 10 de mayo de 2009

Cómo escribir la Historia sin Cristo


Uno de los graves errores de nuestro tiempo consiste en que se habla de noticias de ciencia sin aplicar el método científico ni los conocimientos elementales que sabemos del mundo que nos rodea. Lo mismo ocurre con la historia, con la que medios informativos e incluso historiadores, se permiten el lujo de jugar al antojo personal, aunque tengan que omitir importantes hechos de la vida del hombre.

Un nuevo episodio lo hemos visto en la última edición de una conocida revista mensual dedicada a la Historia y publicada por el grupo G+J. Aunque no es el primero por lo que ya nos coge en sobreaviso.

Este último número está dedicado fundamentalmente a los hitos más importantes de la Historia. Para conocer la opinión de los lectores, realizaron a través de internet una encuesta entre sus lectores para conocer qué acontecimiento de la Historia les parecía que podía ser el más importante o más trascendente de todos los tiempos. Muchas opiniones se sucedieron, pero al final la opción ganadora fue la del nacimiento de Jesús, seguida de muy lejos por el descubrimiento de América y el nacimiento de Arpanet (la red de comunicaciones precursora de internet).

Esto no debió agradar mucho a los editores de esta revista, pues el dossier o reportaje principal de la misma que está dedicado al tema "Los 150 días que cambiaron el mundo" se explaya en recorrer todos los rincones de la Historia en busca de esos 150 acontecimientos decisivos para nosotros, olvidándose de detalles tan 'intrascendentes' como ese que no olvidaron los lectores: el nacimiento de Jesús.

Sí, efectivamente, entre los 150 acontecimientos decisivos de nuestra Historia no se encuentra el nacimiento de Cristo. Sólo desde el punto de vista de la Historia, se olvidan del suceso que marca el inicio del cómputo de nuestra Era, por ejemplo. Pero también se olvidan de que Cristo ha sido calificado repetidamente como el personaje más importante que ha conocido el hombre sobre la tierra.

Por medio de Él hemos conocido la predicación de un mensaje sin igual en ninguna otra religión, y muchos seres humanos lo han tenido presente en sus vidas de una manera muy especial en los últimos 2000 años de Historia.

Pero todo esto es insuficiente razón para los editores de la revista. No contentos con este 'olvido' se permiten prescindir de toda la Historia humana hasta la fundación del Imperio Romano en el 753 a.C., con lo que se olvidan de los grandes imperios del Medio Oriente, así como del nacimiento del pueblo judío y del Antiguo Testamento.

Para terminar de hacer el vacío a todo lo que pueda recordar a la religión cristiana católica, sí recuerdan los acontecimiento que a juicio del autor del dossier parecen más polémicos a los ojos del lector: el cisma de Oriente, la no retractación de Lutero de sus escritos, la condena a Galileo por parte de la Iglesia, haciendo mención de otros de motivo puramente artístico, como la terminación de la Capilla Sixtina o de la Basílica de San Pedro.

El motivo religioso católico en la Historia según el dossier, ha de entenderse en claves de polémica, disidencia, arte, olvidándonos de su motivo principal que le da sentido: la figura de Cristo y su predicación injertada en el árbol de la historia del pueblo judío y florecido en la Iglesia que, con sus virtudes y pecados, nos acoge en sus brazos.

Se han retratado claramente los editores de esta revista. No así los lectores que han mostrado más sensatez que los que la publican. A esa claridad de ideas, nosotros la llamamos la acción del Espíritu Santo que se muestra en los sencillos y no en los sabios de este mundo.


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2 comentarios:

  1. Ya sabemos de que pie cojean determinados sujetos.
    No tienen cosa mejor que hacer que ir de cabeza a por el cristianismo.
    Ahí les duele,luego es por ese camino por donde se ha de transitar.Y que el Señor nos acompañe.
    Un abrazo.

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  2. Para quienes Jesús es sólo un gran Maestro y no el Hijo de Dios, no es de extrañar que se olviden de situarlo en el lugar que le corresponde: el gran acontecimiento de la historia.

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