domingo, 16 de octubre de 2011

Las flechas en la aljaba (XII): negación.



El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y me siga.


El seguimiento a Jesús no es algo banal y superficial.  Las condiciones del seguimiento empiezan por negarte a tí mismo. ¿Esto quiere decir que Jesús me pide que me anule, que no sea nada, que no significo nada para Él? No, ni mucho menos. Jesús nos recuerda que vivir tiene que ser una entrega, que no se puede amar de verdad si estoy pensando todo el día en mí.


Pero lo segundo parece más duro: ¿cargar con una cruz, con mi cruz? Jesús no dice: "cargue con una cruz" o bien "cargue con la cruz", sino que dice "cargue con SU cruz". El Señor sabe que todos tenemos alguna cruz, grande o pequeña, llevadera o terriblemente insoportable, la misma desde que éramos pequeños o más reciente.


Jesús nos propone la curación y nos dice que tenemos que cargar con nuestra cruz. ¿Has probado alguna vez cuando algo se te hace abrumadoramente doloroso, convertir ese dolor en la cruz que dice Jesús y CARGAR con ella? 


Te aseguro que cuando pienses en esto y ores, verás como es Jesús quien te está ayudando a cargar tu cruz, y cómo esa cruz comienza a pesar menos. Tremendos efectos de la medicina divina.


Enlaces relacionados:
La Cruz permanece...
Sólo yo decido.
Dios es lo único importante

3 comentarios:

  1. He probado la medicina y doy testimonio de que es milagrosa. ¡Bendita cruz gloriosa!

    ResponderEliminar
  2. Cuando veo la Cruz de mi Amado Dios, solo veo Amor y quiero ese Amor. Benditas cruces que nos llevan a Dios al Eterno Amor. Amor verdadero y único morir para vivir clavarse a esa cruz y amar profundamente Amar, aceptar y santificarse. Amo la Cruz, amo mi cruz.

    ResponderEliminar
  3. Muy interesante. Gracias por la reflexion, y que necesario para cada uno.

    Bendiciones

    ResponderEliminar