jueves, 9 de abril de 2009
Jesús muere en la cruz, árbol de vida
¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dió mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
Cantemos la nobleza de esta guerra,
el triunfo de la sangre y del madero;
y un Redentor, que en trance de Cordero,
sacrificado en cruz, salvó la tierra.
Dolido mi Señor por el fracaso de Adán,
que mordió muerte en la manzana,
otro árbol señaló, de flor humana,
que reparase el daño paso a paso.
Y así dijo el Señor: "¡Vuelva la Vida,
y que el Amor redima la condena!"
La gracia está en el fondo de la pena,
y la salud naciendo de la herida.
¡Oh Plenitud del tiempo consumado!
Del seno de Dios Padre en que vivía,
ved la Palabra entrando por María
en el misterio mismo del pecado.
¿Quien vio en más estrechez gloria más plena,
y a Dios como el menor de los humanos?
Llorando en el pesebre, pies y manos,
le faja una doncella nazarena.
En plenitud de vida y de sendero,
dio el paso hacia la muerte por que él quiso.
Mirad de par en par el paraíso
abierto por la fuerza de un Cordero
Vinagre y sed la boca, apenas gime;
y al golpe de los clavos y la lanza,
un mar de sangre fluye, inunda, avanza
por tierra, mar y cielo y los redime.
Ablándate, madero, tronco abrupto
de duro corazón y fibra inerte;
doblégate a este peso y a esta muerte
que cuelga de tus ramas como un fruto.
Tú solo entre los árboles, crecido
para tender a Cristo en tu regazo;
Tú, el arca que nos salva, tú el abrazo
de Dios con los verdugo del Ungido.
Al Dios de los designios de la Historia,
que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza;
al que en la Cruz devuelve la esperanza
de toda salvación, honor y gloria. Amén
(Himno de Laudes del Viernes Santo).
Enlaces relacionados:
Las Siete Palabras, en video (8-Abril-2009)
El salmo 22: La última oración de Jesús (2-Abril-2009)
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