El buen Pastor,
por salvar a sus ovejas,
soportó la pasión de la cruz.
Y sus ovejas lo siguieron
en la tribulación y la persecución,
en el sonrojo y el hambre,
en la debilidad y la tentación,
y en todo lo demás;
Por eso recibieron del Señor la vida sempiterna.
San Francisco, Adm. 6