lunes, 1 de octubre de 2012

¿Es así como yo quiero a Jesús?



Jesús tiene muchos amantes de su Reino
pero pocos que lo ayuden a llevar su cruz.

Muchos tienen que desean sus consuelos

pero pocos que aceptan las dificultades.

Encuentra múltiples compañeros de banquete

pero pocos para la austeridad.

Todos buscan gozar junto con Él

pero pocos quieren soportar algo por Él.

Muchos siguen a Jesús hasta repartir el pan

pero pocos para tomar la copa de su pasión.

Muchos quieren a Jesús

mientras no suceda nada adverso.

Muchos lo alaban y bendicen

mientras puedan recibir los consuelos que otorga.

Pero si Jesús se escondiera y los abandonara un poco

de inmediato se quejarían o caerían en la desesperación.

De la Imitación de Cristo 2.XI.1, Tomás de Kempis

1 comentario:

  1. Así sucede siempre. Lo cierto es que no es él quien se esconde y nos abandona, sino nosotros quienes le damos la espalda: "Mira que paso y llamo..." No le oímos; está siempre tras nosotros, pero no le vemos.

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