viernes, 5 de agosto de 2011

Las flechas en la aljaba (IV): ... hasta el fin del mundo



Jesús está en el sagrario más cercano a tu casa, a tu trabajo, al lugar donde te hallas en este momento.


Él, como amigo fiel, no nos deja, sea la hora del día que sea y hagamos lo que hagamos. No te sientas nunca sólo.


Que tu voluntad se convierta en adoradora, en cada momento del día, de ese sagrario cercano aunque tu cuerpo no esté presente allí, aunque el recinto en el que se alberga esté cerrado en ese momento.

Especialmente si estás enfermo o imposibilitado. No dejes de encomendarte a Él, que está cerca de tu casa. 


Qué bonito sería que todo un barrio, una familia, una casa uniera sus voluntades para dirigirse a Jesús Eucaristía desde el propio hogar, al levantarte, al acostarte, al comenzar alguna tarea.


Ángel mío de la guarda, ahora que no puedo estar a Su lado, vuela hasta allí para adorarle.


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martes, 2 de agosto de 2011

De la homilía de Pentecostés de Benedicto XVI - 2011

La Fiesta de la Creación
En la liturgia de Pentecostés, a la narración de los Hechos de los Apóstoles sobre el nacimiento de la Iglesia (cf. Hch 2, 1‐11) corresponde el salmo 103 que hemos escuchado: una alabanza de toda la creación, que exalta al Espíritu Creador que lo hizo todo con sabiduría: «¡Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría! La tierra está llena de tus criaturas... ¡Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras!» (Sal 103, 24.31). Lo que quiere decirnos la Iglesia es esto: el Espíritu creador de todas las cosas y el Espíritu Santo que Cristo hizo descender desde el Padre sobre la comunidad de los discípulos son uno y el mismo: creación y redención se pertenecen mutuamente y constituyen, en el fondo, un único misterio de amor y de salvación. El Espíritu Santo es ante todo Espíritu Creador y por tanto Pentecostés es también fiesta de la creación.


Jesús es Señor
El Espíritu Santo es Aquel que nos hace reconocer en Cristo al Señor, y nos hace pronunciar la profesión de fe de la Iglesia: «Jesús es el Señor» (cf. 1 Co 12, 3b). Señor es el título atribuido a Dios en el Antiguo Testamento, título que en la lectura de la Biblia tomaba el lugar de su nombre impronunciable. El Credo de la Iglesia no es sino el desarrollo de lo que se dice con esta sencilla afirmación: «Jesús es Señor»...


El Espíritu Santo, vida de la Iglesia
...El Espíritu Santo es Creador, es al mismo tiempo Espíritu de Jesucristo, pero de modo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo y único Dios. Y a la luz de la primera lectura podemos añadir: el Espíritu Santo anima a la Iglesia. Esta no procede de la voluntad humana, de la reflexión, de la habilidad del hombre o de su capacidad organizativa, pues, si fuese así, ya se habría extinguido desde hace mucho tiempo, como sucede con todo lo humano. La Iglesia, en cambio, es el Cuerpo de Cristo, animado por el Espíritu Santo...


Para leer la homilía completa en castellano, seleccione este enlace.


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¿Cuál es la verdadera libertad?
Él no quita nada y lo da todo