Jesús está en el sagrario más cercano a tu casa, a tu trabajo, al lugar donde te hallas en este momento.
Él, como amigo fiel, no nos deja, sea la hora del día que sea y hagamos lo que hagamos. No te sientas nunca sólo.
Que tu voluntad se convierta en adoradora, en cada momento del día, de ese sagrario cercano aunque tu cuerpo no esté presente allí, aunque el recinto en el que se alberga esté cerrado en ese momento.
Especialmente si estás enfermo o imposibilitado. No dejes de encomendarte a Él, que está cerca de tu casa.
Qué bonito sería que todo un barrio, una familia, una casa uniera sus voluntades para dirigirse a Jesús Eucaristía desde el propio hogar, al levantarte, al acostarte, al comenzar alguna tarea.
Qué bonito sería que todo un barrio, una familia, una casa uniera sus voluntades para dirigirse a Jesús Eucaristía desde el propio hogar, al levantarte, al acostarte, al comenzar alguna tarea.
Ángel mío de la guarda, ahora que no puedo estar a Su lado, vuela hasta allí para adorarle.
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