Por unión hipostática en Cristo entendemos que en Él se dan presentes dos naturalezas: la divina y la humana, de manera indisoluble y sin confusión. En cuanto a la naturaleza divina, fue engendrada por el Padre desde toda la eternidad, y en cuanto a la humana fue engendrado de la Virgen María dentro del tiempo y la historia:
"Que se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo unigénito en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en una sola persona y en una sola hipóstasis, no partido o dividido en dos personas sino uno solo y el mismo Hijo unigénito, Dios Verbo Señor Jesucristo" (Concilio de Calcedonia -4º Ecuménico-, quinta sesión de 22 de octubre de 451; DS 302).
Cristo es una sola persona, no dos (de ahí el concepto de unión hipostática, es decir, unión de las dos personas), sin que cada naturaleza pierda sus peculiaridades, pues la unidad no suprime las diferencias. Esta unión es perpetua e indisoluble, lo cual significa que tras la resurrección y la ascensión a los cielos, el Hijo de Dios que se sienta a la derecha del Padre, comparte ambas naturalezas en su única persona:
"Después de la resurrección de nuestra naturaleza a Él unida, no se ha separado nunca del propio templo, ni puede separarse por razón de su inefable bondad..." (Anastasio II, carta In prolixitate epistolae al obispo Laurencio de Lignido, año 497; DS 358).
Tan sólo saludarle de nuevo.
ResponderEliminarEspero que se encuentre bien, y en lo que pueda servirle aquí me tiene.
Dios le bendiga.
En Cristo y María.
David:
ResponderEliminarEl sentimiento es mutuo. Espero que se encuentre bien también y que el Señor le bendiga siempre con toda clase de bienes, de un modo especial, con los bienes espirituales.
Un abrazo.
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