miércoles, 11 de febrero de 2009
Pensamientos (III)
"Atendamos a la santa oblación, inclinemos las cabezas, cerremos los pensamientos, cerremos la lengua, llenemos nuestra mente, elevémonos al cielo.
Tengamos arriba el alma y el corazón, levantemos a Dios los ojos del alma, pasemos al cielo, pasemos los ángeles, pasemos los querubines, y lleguemos al trono mismo del Señor, abracemos los pies inmaculados de Cristo, lloremos y hagamos fuerza a su misericordia. Confesémonos ante su altar santo, celestial e inteligible.
Estas cosas os testifica el sacerdote al decir: 'Tengamos arriba los corazones'. ¿Pues qué respondemos a esto? 'Los tenemos hacia el Señor'.
¿Qué dices? ¿Qué haces? Está la mente entretenida en lo corruptible y pasajero; está ocupada en apariencias, riquezas, placeres y pleitos; ¿y dices: 'La tengo hacia el Señor'?
Ten cuidado, por favor, no vaya a ser que no tengas la mente arriba, hacia el Señor, sino abajo, hacia el diablo."
(San Anastasio Sinaíta -s. VIII-, Sermón de la Santa Sinaxis)
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